Hoy no fue muy bien. Primero, yo me desperté tarde. Luego, cuando preparaba el desayuno, la tostadora se quemó. Pude apagar el fuego, pero cuando lo hice, ya era la hora para salir. Aunque no había comido, salí de la casa y conduje a la oficina.
Cuando yo llegué, ninguno de mis documentos importantes estaba en mi escritorio. ¡Un ladrón había robado la oficina durante la noche! Alguien llamó a la policía, y cuando ellos llegaron, yo les dije todo. ¡Que lástima!